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El trot: la vuelta a lo tradicional

Se podría decir que la mayor contribución al patrimonio de un país es la que surge de su cultura: su arte, su música, su literatura… todas aquellas cosas tangibles e intangibles que dan forma a una nación a lo largo de los siglos y la convierten en lo que es hoy.


Sin embargo, como hemos visto en artículos anteriores, lo físico puede deteriorarse con el tiempo. La literatura se pierde entre la marea de las publicaciones y el yugo de la censura, tal y como le sucedió a Chae Mansik, casi olvidado en su país de procedencia; los edificios y monumentos, de apariencia inquebrantable son víctimas de las guerras, los asedios y la inevitable erosión, como comprobamos en nuestro paseo por Seúl; los cuadros pierden el esplendor que una vez tuvieron, ya retraten intelectuales, bellos paisajes o, simplemente, «libros y cosas». Todo adolece ante el paso del tiempo. Todo excepto la música. Porque la música nunca muere. Sus melodías, representaciones y letras tienen la capacidad de pasar de generación en generación en una cadena infinita ajena al olvido.


En el artículo de hoy hablaremos sobre uno de los géneros de música popular más difundidos y característicos de Corea: el trot.


El trot (트로트; pronunciado teuroteu en coreano), a menudo también denominado ppongjjak debido a su distintivo ritmo de fondo, es sin duda uno de los géneros musicales más representativos de Corea. Está caracterizado por un ritmo simple y repetitivo acompañado de una melodía sencilla y pegadiza, aunque altamente emotiva, que permite que la gente pueda cantarla sin problema.

Primera imagen: disco de baladas coreanas y trot (Hwang Kum Sim, Nam Inju y otros). Fuente: https://www.youtube.com/watch?v=axVLOAejq1M Segunda imagen: Lee Nan-young, "Tears of Mokpo" (1935). Fuente: Creatrip.

Tercera imagen: Nam In-su, "Serenade of Sadness" (1937). Fuente: Creatrip.



Sin embargo, y por raro que parezca, técnicamente el trot no se originó en Corea.


Los principios del trot datan de la época de ocupación, cuando la cultura japonesa influenciada por occidente (Europa y Estados Unidos) entró en Corea y comenzó a dar forma a este género musical. Hay quien cuestiona si el tipo de música que se originó a raíz de esta confluencia de géneros extranjeros era ya trot o simplemente música pop que combinaba elementos occidentales, japoneses y coreanos. Lo que sí está claro es que lo que hoy se conoce como trot estuvo fuertemente influenciado por lo foráneo, en especial por las enkas, baladas que mezclaban elementos de la música moderna occidental con la tradición japonesa y que se enseñaban en las escuelas coreanas del momento.


Durante esta época, la censura ejercida por el Gobierno japonés en un intento de borrar todo rastro de la cultura y las ideas de independencia coreanas provocó que la mayor parte de las canciones pop de aquel entonces fueran pro japonesas y el concepto de trot como género representativo de los coreanos fuese bastante controvertido.


La consolidación del género llegaría un poco más adelante, en la década de los 50, tras el fin de la ocupación y de la Guerra de Corea. El país y su nuevo gobierno vieron que la necesidad de crear una verdadera identidad nacional coreana libre de toda influencia japonesa era un imperativo, lo que chocaba con la idea de trot pro colonización heredada de los japoneses. Sin embargo, la música pop coreana del momento también había cambiado. El nuevo trot había pasado de alabar las bondades japonesas a abordar, mediante canciones extremadamente conmovedoras, el sentir colectivo coreano ante las consecuencias devastadoras de la Guerra de Corea (la pena, la pérdida, la morriña), un sentir que nada tenía que ver con el fantasma japonés y que llevó finalmente a considerar al trot un género propiamente coreano.

Lee Hae-Yeon, "Heartbreaking Miari Hill" (1954), interpretada por Joo Hyun Mi (diva legendaria del trot surcoreano) en 주현미 TV. Este trot, lanzado tras la Guerra de Corea, es una de las canciones populares de este género más conocidas de Corea y relata la desgarradora muerte de la hija del compositor a raíz de la guerra.

Primera imagen: portada de "Heartbreaking Miari Hill" (1954), por 오광수.

Segunda imagen: disco de Obras maestras de Lee Hae-yeon Vol. 1. Fuente: Daum.


Pero todo lo bueno llega a su fin, y en las décadas de los 70 y los 80, la música rock y folk comenzarían a amenazar la popularidad del trot.


Nos encontramos en un momento de grandes cambios sociales, de optimismo y esperanza por el futuro, sentimientos que, si bien vehiculaban bien estos nuevos géneros, no encajaban con la miseria y la tristeza del trot, el himno prescrito de las generaciones anteriores cuya época dorada llegaba a su fin. Esta sensación se hizo más persistente con la llegada del hip hop en los 90 y posteriormente con el boom del k-pop, una industria cuyo objetivo es primordialmente gente joven. De hecho, se considera que el punto de inflexión para el fin de la popularidad del trot fue la aparición de la banda Seo Taiji and Boys, cuyo inconformismo revolucionó por completo el panorama musical y fascinó a los adolescentes del momento, cansados de las baladas que tanto les recordaban a sus padres y sus abuelos. De hecho, muchos sitúan los orígenes del k-pop en la aparición de la famosa banda, considerándola incluso el primer grupo de este género.

De izq. a der.: Yang Hyun Suk, Seo Taiji y Lee Juno, integrantes de Seo Taiji and Boys. Fuente: IMDb.


Pero esto no acabó por completo con el trot. Muchos cantantes trataron de revitalizar el género a lo largo de los años, aunque casi siempre chocaban con la concepto asentado del trot como música melancólica «de antes», poco atractiva para las nuevas generaciones, que preferían el k-pop.


La llegada de los 2000 supuso un cambio positivo para el trot, que volvió a la vida de la mano de la «nueva generación de trot». Aparecieron nuevos grupos y cantantes adscritos al género e incluso algunos idols comenzaron a cantar trot (Big Bang, Super Junior-T). Su popularidad ascendió hasta tal punto que comenzaron a aparecer concursos de trot por la televisión, una forma ingeniosa de combinar un formato juvenil con un género musical más popular entre generaciones anteriores. Surgieron así programas como Miss Trot, Mr. Trot, I am a Trot Singer o Voice Trot, que alcanzaron un éxito sin precedentes en los últimos dos años.

Fuente del vídeo: SMTOWN.

Super Junior Trot (슈퍼 주니어 - 트로트), oficialmente conocido como Super Junior T (슈퍼 주니어 - 티) es el segundo subgrupo oficial de Super Junior y es conocido por ser el primer grupo de idols conocidos que cantan este tipo de música. Fuente de la imagen: sapphirelfblue


Imagen de la segunda temporada de Miss Trot. Fuente: Korea JongAng Daily.


Quizás esta vuelta a lo tradicional pueda estar motivada simplemente por una necesidad de las nuevas generaciones de marcar la diferencia, pero lo que está claro es que, tal y como mencionábamos al inicio de este artículo, hay algo innegablemente imperecedero en la música. Y el trot nos lo demuestra con creces, ya sea renaciendo, reinventándose o, simplemente, negándose a morir.


Y vosotros/as, ¿escucháis música popular?






BIBLIOGRAFÍA:



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